miércoles, 16 de febrero de 2011

La ecología bien entendida empieza por uno mismo


Parece que todos estamos de acuerdo al decir que la tierra es un ser vivo con muchas semejanzas con el ser humano.

Su sangre son los ríos, que distribuyen la energía vital por todo el planeta. Tiene pulmones, los grandes bosques y selvas. Sus nervios son las grandes vetas de minerales, que conectan el magnetismo terrestre a través de los continentes. También la Tierra, nuestra Madre, tiene necesidad de comer (los yacimientos de carbón y petróleo son las heces residuo de sus comidas). Los centros de energéticos humanos, los plexos y chakras, se ven reflejados en los grandes centros magnéticos del planeta, lugares que siempre nos han atraído como lugares de peregrinación.

Dice el Dr. Serge Raynaud de la Ferrière en “Los Grandes Mensajes que:Desde las primeras edades, el hombre ha elevado sus ojos hacia la bóveda celeste, donde los millares de estrellas han debido intrigar le. (Sabemos actualmente que existen miles de millones de ellas, de las cuales al rededor de 6.000 son visibles sin aparatos).

Cómo no extasiarse cuando uno se inclina ante estos problemas apasionantes, al encontrar tantos paralelos que nos hacen comprender la homogeneidad del Gran Todo: Macrocosmo y Microcosmo estrechamente ligados.

Ya el Dr. Lavezzeri ha hecho notar las curiosas relaciones que existen entre la Astronomía y la vida humana.

Las 72 pulsaciones del hombre corresponden a los 72 años que el Sol requiere para retrogradar un grado a través del cielo, es decir que el corazón late 4 veces cuando respiramos una vez, y el número de respiraciones es de 18 por minuto, lo cual guarda relación con las 4 estaciones y los 18 años de nutación del eje terrestre bajo la influencia de la Luna.

Las 25.920 respiraciones cada 24 horas, hacen pensar en el número de años del famoso gran ciclo, al final del cual las constelaciones habrán completado la vuelta Zodiacal por precesión equinoccial. Es así como en 25.920 años, divididos entre los 12 signos, resultan las grandes eras procesionales de 2.160 años por signo, que el Sol va a recorrer”.

¿Por qué tantos paralelismos y correspondencias? Porque estamos en el Universo. Uno, aunque Diverso. Lo que ocurre en la parte afecta al todo y viceversa. Por eso la ecología bien entendida empieza por uno mismo.

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